Orgullosa de mi gentilicio, desde siempre y para siempre.
Escrito 15.09.15 | Editado el 23.01.19
Hoy es una ocasión especial, entonces vamos a romper la regla, nada de fútbol en este post.
Día a día nos damos cuenta que las cosas en nuestro país se están poniendo más duras. Nos damos cuenta de verdades escalofriantes, inhumanas, que ni en las peores películas de miedo suceden. En los momentos difíciles es donde se demuestra de qué estamos hechos. Tenemos dos opciones: atrincherarnos y esperar que todo pase, o hacerle frente a todos nuestros males. Suena dramático, pero así es. Hoy nuestro país cumple 194 años de independencia, y probablemente uno de los años más difíciles en su historia.
Nosotros los jóvenes (sé que muchos están leyendo este post) somos los llamados a hacer las cosas bien, a hacerlo diferente. Es extremadamente fácil tomar un avión y decir “me voy de aquí”. Y si lo has pensado, no te culpo. Es completamente normal querer vivir sin miedo y con mejores oportunidades. Pero, ¡vamos! Honduras necesita que su sangre nueva esté aquí para revitalizarla y sacarla del estado moribundo en que se encuentra.
Te propongo algo: Sí, salgamos del país. Salgamos a buscar mejores oportunidades de educación, capacitémonos, salgamos a crecer como profesionales y como personas, pero no olvidemos devolverle al país un poco de todo lo que nos ha dado. Por más cosas malas, es innegable que aquí viviste momentos que no podrás reemplazar en otro lugar. Y aunque de vez en cuando le tirés hate, siempre vas a querer lo mejor para Honduras. Tenés que darte cuenta que el mejor recurso del país sos vos.
Ingeniero, diseñador gráfico, economista, publicista, mercadólogo, médico, veterinario, administrador, cineasta; ¡a vos te necesitamos! Es momento que los jóvenes, desde nuestros diferentes campos de especialización, aportemos al desarrollo del país.
Si la vida te lleva por otros rumbos...¡desde ahí también podés ayudar! Y no olvidés llevar tu bandera, y convertirte en un embajador digno de Honduras. Tampoco que nunca te dé vergüenza decir de dónde venís. Y que no falte la típica recomendación a tus amigos extranjeros "ufffff, ¡tenés que ir a Roatán!".
No esperemos que sea septiembre para honrar a la patria. Todos los días lo podemos hacer, trabajando duro, siendo honestos, ayudando al prójimo y poniendo toda nuestra capacidad en el asador. Un simple “buenos días” hace la diferencia. Honduras está llena de gente buena, talentosa, hambrienta de triunfo y que ya se cansó de la realidad. Rompamos este presente desastroso, y convirtámoslo en algo un poco más decente.
Que vivan las manos de los campesinos que nos dan tan ricos cultivos,
que vivan las playas de ensueño que son como el mismo cielo,
que vivan los frijoles, los tamales, el quesillo,
que viva el rico clima de nuestra tierra,
que viva la punta y que se siga cantando "El Encarguito",
que viva la gente de la costa, y la gente de la ruta lenca,
que viva nuestra bandera y nuestra cultura.
Que viva el país en el que tuve la dicha de nacer,